Reflexiones 2010
En los últimos años hubo avances notorios -no vistos anteriormente- en el sector CyT como la creación de Ministerio (MinCyT), las mejoras salariales, el mayor número de becas ofrecidas y la mayor cantidad de subsidios otorgados así como los montos asignados a proyectos de investigación.
Por otro lado, las políticas del MinCyT continuaron sustentándose, esencialmente, en articular emprendimientos productivos entre el sector privado y el público, sobre la base de proyectos generados en el sector privado y financiados o subsidiados por el sector público. Además, dentro de las políticas prioritarias del MinCyT, se siguió impulsando a áreas como biotecnología, nanotecnología y software.
Pero también han quedado asignaturas pendientes como, por ejemplo, en lo laboral no haber equiparado a los becarios a la condición de investigadores en formación, hecho que les permitiría acceder a tener los beneficios de cualquier trabajador, entre otras cosas.
Pero, quizás, una de las carencias más conspicuas en el sector científico-tecnológico sea su agenda social.
En efecto, no conocemos que desde CyT haya proyectos de envergadura que tengan como actor o receptor principal al sector público.
Esto, además de ser una carencia inexplicable es, en parte, la razón que impide formar un sistema CyT sólido y sustentable. Porque no actuar sobre necesidades propias impide la generación de vinculaciones interinstitucionales y bloquea una expansión racional del sector que permita absorber los RRHH generados, hecho que ya se está empezando a manifestar con becarios desplazados y futuro incierto -como los 191 evaluados favorablemente y que no han podido ingresar a la Carrera del Investigador del Conicet-. Ver en: http://www.conicet.gov.ar/
Porque hoy ya tenemos más doctores, que era uno de los objetivos iniciales planteados a principios de 2004, pero ahora hay que incorporarlos. De otra manera, vamos a repetir la vieja historia de la “fuga de cerebros”.
Y esto no es otra cosa que la consecuencia de no tener políticas coordinadas en un sector muy disperso. En efecto, los organismos de CyT dependen de siete Ministerios diferentes, o de ocho si consideramos que las universidades dependen administrativamente de Educación. Hay un mecanismo de coordinación adecuado que está expresado en la Ley Nº 25.467, pero obviamente no ha funcionado.
Por otra parte, recientemente el MinCyT creó el Programa “Recuperación del pensamiento científico-tecnológico Latinoamericano” con el fin de recuperar la memoria histórica de emprendedores y pensadores que entre los años 50 y 70 concretaron proyectos orientados a lograr una capacidad autónoma en tecnología en Latinoamérica. Entre ellos estaban: Jorge Sabato, Amílcar Herrera, Oscar Varsavsky, Carlos Martínez Vidal, Helio Jaguaribe, José Pelucio Ferreira, Máximo Halty-Carrère, Víctor Urquidi, Francisco Sagasti y Miguel Wionzcek, etc.
El desarrollo de ese Programa es importante porque es parte de nuestra historia. Pero, más allá de su importancia intrínseca, no deberíamos quedarnos sólo en la reconstrucción nostálgica de esa historia.
Porque el mejor homenaje que podríamos hacerle a todos esos emprendedores sería poder montarnos sobre sus hombros e intentar generar políticas adecuadas al tiempo que nos toca vivir, que tiene connotaciones políticas, económicas y sociales diferentes a los planteados en esa época.
Aspiraciones 2011
Una de las aspiraciones principales para el 2011 es que se revierta esa escasa agenda social del sector CyT.
Nos preguntamos: ¿ cuáles son los problemas que no permiten implementar, por ejemplo: la producción pública de medicamentos, de vacunas, de insumos médicos, la eliminación de vinchucas para atenuar la incidencia del mal de Chagas, eliminar arsénico de aguas para consumo, el saneamiento de cuencas fluviales, el control del uso de agroquímicos, generar polos tecnológicos públicos en donde se pueda producir, por ejemplo, anticuerpos monoclonales, proteínas recombinantes, productos químicos de síntesis, etc ?. Todos ellos, desarrollos de aplicaciones múltiples que permitirían utilizar racionalmente el conocimiento existente y activar la capacidad potencial que subyace en los organismos de CyT y en las universidades nacionales.
Además, otros desarrollos que podrían implementarse en forma intensiva a nivel nacional y/o regional son los propuestos por el INTI en diversos rubros como: discapacidad, agropecuarios, textiles, medio ambiente, asistencia a cooperativas y empresas recuperadas, abastecimiento básico comunitario, gestión integral de residuos sólidos urbanos, unidades productivas tipo, cadenas de valor artesanal, planes de integración de la comunidad al sistema productivo, por mencionar sólo algunos. Ver en http://www.inti.gov.ar/ .
Todos ellos relevantes y contundentes aunque, generalmente, de aplicación focalizada o limitados a la capacidad institucional del INTI, pero que con una decisión política de alto nivel deberían expandirse.
Porque movilizar capacidades como las del INTI -y obviamente de otros organismos CyT y universidades-, sería una señal objetiva de que empezamos a comprender que CyT es un sector estratégico.
Todos sabemos que los problemas habitualmente se resuelven desde la Tecnología, y sólo excepcionalmente desde la Ciencia. Y el INTI es la institución que podría actuar como efector en muchas áreas, por su capacidad operativa multidisciplinaria y por su calidad institucional.
Sin embargo, en el 2009 el INTI tenía el 5º presupuesto dentro de los organismos nacionales de CyT luego del CONICET, el INTA, la CNEA y la CONAE y con, aproximadamente, un 15% de lo que recibe el más grande -Conicet-.
Y pensamos que una expansión del INTI, fundamentada sobre la base de resolver necesidades propias es imperativo porque, además de solucionar problemas se constituiría en un formidable mecanismo de tracción a todas las áreas y niveles del conocimiento, permitiendo ampliar racionalmente un sector CyT, hoy débil, fragmentado y poco útil.
Otra carencia importante en CyT es que en algunos casos no ha habido una comunicación precisa, veraz, o adecuada hacia la comunidad. Veamos un ejemplo.
Lo que ha pasado con la Producción Pública de Medicamentos (PPM), un proyecto estratégico planteado desde la actual gestión el Gobierno, es un caso claro. Así, mientras el Gobierno promovió e inició este proyecto, desde que asumió como ministro de Salud el Dr Juan Manzur, éste operó en sentido contrario, desactivándolo. Y no hubo ninguna explicación.
Y esto no es una cuestión menor. Porque proyectos como la PPM, que tuvieron una decisión política del Gobierno para implementarlo y en los que mucha gente e Instituciones se involucraron, finalizó diluyéndose u ocultándose por decisión de un funcionario, generando un efecto inverso al originalmente esperado y consolidando el desaliento y/o la desconfianza, aspectos que, luego, son muy difíciles de revertir.
Porque desde CyT hay que empezar a dar respuestas orgánicas a las problemáticas nacionales/ regionales, sean estas estratégicas, sociales o económicas. Porque en muchos rubros hay como hacerlo, y no se hace.
Y sería importante hacerlo porque, de esa manera, podríamos revertir los principales problemas que aquejan al sector y que fueron claramente expresados por el Dr Diego Hurtado (*): “la debilidad crucial del complejo científico-tecnológico argentino es política e institucional”,
Por eso, semanas atrás proponíamos la generación de un Foro Permanente de discusión de políticas en ciencia y tecnología, en el marco del mismo MinCyT. No para hacer “oposición”, como muchos piensan, sino como una manera de poder interactuar, y poder construir.
-http://grupogestionpoliticas.
Por último, días atrás el ministro de CyT, Dr Lino Barañao, encabezó el acto de cierre de las mesas de trabajo del Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación 2011-2014.
Según dice en la web del MinCyT, esas mesas fueron conformadas por más de 300 especialistas en diferentes áreas. No conocíamos de esa convocatoria -que suponemos no ha sido abierta sino por invitación- ni de los ejes que se habrán planteado para CyT en los próximos 4 años. De cualquier manera, cuando conozcamos el Plan, en los primeros meses de 2011, seguramente también conoceremos a los que participaron, así como los aportes que hicieron. Ver en: http://www.mincyt.gov.ar/
En esa ocasión el ministro Barañao dijo “que lo que va a dar continuidad a las políticas de Estado, además de la planificación a mediano y largo plazo, es tener la capacidad de proponer soluciones a los problemas que enfrenta la sociedad”.
Esperamos que así sea.
(*) Diego Hurtado - “La Ciencia Argentina” -http://www.cuspide.com/isbn/
Felicidades a Todos - Volvemos en Febrero de 2011.