Fragmentación y Debilidad Política
La fragmentación institucional en el sector CyT es muy marcada en nuestro país y se caracteriza por la escasa interacción entre organismos públicos (universidades, instituciones varias, etc), hecho que determina que los mismos funcionen como compartimientos estancos y aislados del conjunto.
Más allá de las excepciones que siempre existen, la fragmentación es, quizás, la causa más importante de que en nuestro país no se haya podido coordinar y encausar las diferentes potencialidades del sector CyT en la resolución de problemáticas públicas, sean estas estratégicas, económicas o sociales, constituyendo una de las debilidades más relevantes del sector.
La consecuencia directa de esta escasa interacción institucional determina que los problemas regionales o nacionales, de distinto tipo y magnitud, que habitualmente necesitan de conocimiento y tratamiento interdisciplinario para su resolución, quedan en tierra de nadie.
Si bien el Gabinete Científico Tecnológico -GACTEC- (Ley Nº 25.467) es el espacio interministerial adecuado en donde se deberían resolver esos problemas, promoviendo proyectos que generen vinculación, la inoperancia de este organismo -hoy bajo conducción ejecutiva y coordinación del MinCyT- ha sido manifiesta desde su creación en 1996.
En síntesis, en muchas áreas en donde la participación CyT es crucial, no se ha podido vincular las problemáticas vigentes, con el conocimiento para resolverlas.
Como para no hablar en abstracto, veamos un ejemplo que todos conocemos, el mal de Chagas. Todos sabemos que tenemos mucho conocimiento sobre esta enfermedad y que durante años fue tema prioritario en Salud y en CyT.
Sin embargo, lo paradójico es que nunca hubo un plan que sistemáticamente hiciera, por lo menos, desinsectaciones programadas, coordinadas y sostenidas en el tiempo entre las provincias afectadas que permitieran tener un territorio libre de vinchucas en pocos años, como lo consiguieron Uruguay, Brasil, Chile y Guatemala (http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-124771-2009-05-12.html ).
Sólo hubo acciones aisladas o espasmódicas, en diferentes épocas y con algunos éxitos parciales pero que, finalmente, fracasaron.
Este es un típico ejemplo de que sólo con el conocimiento no alcanza. Hay un problema de coordinación -aunque puede no ser el único- y es acá donde debe aparecer la POLÍTICA,
Siguiendo con el ejemplo, nos preguntamos si no sería razonable que desde el poder político se baje la directiva, no ya de que hay que apoyar investigaciones sobre Chagas -una forma vaga de orientar un programa de trabajo-, sino de que hay que erradicar la vinchuca, y quizás así las cosas puedan empezar a encaminarse. Esta sería una manera diferente de formular una política.
Porque si se define con precisión qué es lo que hay que hacer, los distintos ministros del GACTEC deberán adecuarse a las circunstancias y conciliar las capacidades para resolverlo. Y eso podría generar la vinculación necesaria.
Por otra parte, durante años y junto a muchas organizaciones sociales/ políticas/ gremiales en el marco de una Multisectorial, hemos promovido la producción pública de medicamentos y vacunas (PPM), como una forma de transferir el conocimiento y resolver una problemática social.
Ese proyecto interdisciplinario e interinstitucional que, en sus orígenes, aglutinó a 25 laboratorios de PPM generando una Red Nacional de Laboratorios de PPM, fue coordinado por la ex Secretaría de CyT y, luego, ejecutado por el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner a través de la Resolución 286/2008, que instalaba la PPM en todo el país para abastecer planes sociales. Además, esa Red contaba con el soporte tecnológico del INTI en diversos rubros y se planteaba hacer I+D asociado a las universidades y organismos de CyT en un proyecto claro de vinculación interinstitucional que "rompía" la fragmentación vigente en el tema, expandía el sector CyT sobre bases genuinas y resolvía una necesidad social.
Sin embargo, la primavera fue breve porque el proyecto iniciado por la ex ministra Graciela Ocaña, inexplicablemente fue desactivado por el actual ministro de Salud Juan Manzur, sin dar ningún tipo de razones. Entonces nos preguntamos: ¿ Hacia dónde vamos ?. ¿ A quién se favorece con la desactivación de este Programa ?. ¿ Por qué el Ministerio de Salud Pública no utiliza la capacidad pública instalada en CyT en nuestro país para resolver este problema social ?.
Si estos ejemplos de fragmentación son la consecuencia del desinterés, la ineficacia, o de una disputa de poder entre distintas fracciones dentro del gobierno, no lo sabemos. Pero, más allá de las causas, lo que sucede con el Chagas, o con los medicamentos, por mencionar algunos temas, no son deficiencias que se deben a limitaciones técnicas, es la debilidad de las políticas, y eso es lo que se debe resolver en el seno del gobierno.
Y esto no ocurre sólo en CyT, sino también otros ámbitos como, por ejemplo, en SALUD. Así, por ejemplo, el Dr Jorge Rachid en su artículo "La Salud: una cuestión estratégica" señala al respecto:
"Uno de los pilares de la dominación cultural neoliberal y el éxito del mismo como cultura dominante, es la fragmentación, no sólo en el ámbito de la salud, sino en cada expresión política, social o institucional de la Argentina. En lo específico de la salud, esa fragmentación se expresó con crudeza en la división hasta la municipalización de los servicios de atención de la enfermedad, decretando de hecho la desaparición fáctica del Ministerio respecto a la necesaria centralización normativa, herramienta central de la reforma carrillista que aún se estudia en otros países del mundo como teoría del hospital, aporte intelectual vigente e invalorable del primer ministro de Salud argentino" -se refiere a la reforma implementada por el Dr Ramón Carrillo, primer ministro de Salud en Argentina-.
Y hay que recuperar Soberanía en Salud dice Rachid porque "Una de las cuestiones que hace a la planificación de la salud es la dependencia que se tiene en el tema de los medicamentos, siendo esta una de las cuestiones centrales a resolver. Hasta hace no muchos años la materia prima de los medicamentos se fabricaba en nuestro país -algunos pocos laboratorios privados lo hacen- pero en general la droga base se compra en el exterior, lo cual nos hace vulnerables frente a cualquier eventualidad bélica en el mundo".
Y agrega: "La producción pública de medicamentos a través de la Red de Laboratorios Públicos puede ser el eje de la recuperación de soberanía en salud, abasteciendo la atención médica primaria del sector público hospitalario, promoviendo como lo hace I-D investigación y desarrollo, escaso en el sector privado, movilizando el excelente recurso humano con que cuenta nuestro país, constituyendo los Comités de Bioética que resguarden la prescripción de medicamentos genuinos, estableciendo estructuras de costos como testigos de precios".
El artículo completo del Dr Rachid se puede ver en: http://www.elgritoargentino.com.ar/index.php?option=com_content&view=article&id=249:la-salud-una-cuestion-estrategica&catid=37:jorge-rachid-&Itemid=5 .
Y acá también -como con el Chagas y los medicamentos, y otros temas-, los problemas no es que no se resuelven por escasez de conocimientos o por limitaciones técnicas, las causas hay que buscarlas en la falta de convicciones, o en la debilidad de las políticas.
Finalmente, estos ejemplos no hacen más que ilustrar una de las conclusiones a la que llegaba el Dr Diego Hurtado (*) en su libro "La Ciencia Argentina", donde manifestaba: "la debilidad crucial del complejo científico-tecnológico argentino es política e institucional".
Y estas cosas sí que deberían discutirse públicamente. Sería una forma de salir del encapsulamiento y de promover la participación democrática para poder, entre todos, generar proyectos en donde se construya sobre la base de consensos amplios que aseguren la continuidad de los mismos, más allá de las administraciones de turno.
(*) Diego Hurtado -"La Ciencia Argentina" -http://www.cuspide.com/isbn/9876280856- .