Introducción
Ciencia y Tecnología es un área compleja -por lo heterogénea- que, en mayor o menor medida, está presente en forma permanente en la vida cotidiana y, obviamente, atraviesa a todos los ministerios.
Por eso, cuando aludimos a CyT no sólo nos referimos al ámbito del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva (MinCyT), sino a un universo más amplio que se encuentra en la órbita de ocho (8) ministerios, cuyos Ministros forman parte del Gabinete Científico Tecnológico -GACTEC-. De ahí la importancia de la coordinación en la formulación de las políticas en CyT.
Si bien es responsabilidad del MinCyT no haber podido activar al GACTEC -organismo coordinador y responsable de establecer la políticas en CyT (Ley Nº 25.467)-, es conocida su inoperancia desde su creación en 1996.
Que no se haya logrado ponerlo en funciones puede dar una sensación de negligencia o desinterés por parte de los funcionarios. Sin embargo, cabe la posibilidad de que esto se deba a que los ministros del Gobierno no compartan la misma ideología, hecho que impediría homogeneizar objetivos y definir políticas claras y coherentes.
De ser así, la desarticulación que se observa en el sector CyT no sería un problema técnico, o de matices, sino directamente de concepciones políticas diferentes, u opuestas.
Veamos algunos ejemplos.
Ministros / Políticas Opuestas
El accionar de algunos ministros, o ex ministros, ha sido desparejo y es preocupante porque algunos de ellos -Juan Manzur- ni siquiera han respetado decisiones previamente consensuadas en el mismo Gobierno.
Así, en la gacetilla anterior detallamos el comportamiento -por acción u omisión- del ministro de Salud Juan Manzur, en algunas áreas de su competencia en donde CyT podría jugar un rol predominante, pero no lo puede hacer porque el Ministro priorizó al sector privado en algunos casos, y no actuó sobre las problemáticas públicas en otros. Algunos ejemplos: medicamentos, Chagas, aguas para consumo, vacunas, productos médicos, etc. Ver en: http://grupogestionpoliticas.
También es claro que el ministro de CyT Lino Barañao, en el marco restringido al MinCyT, ha sesgado ostensiblemente sus políticas a promover al sector privado en un marco interactivo privado/ público en el que intervienen organismos de CyT y universidades, cuando también sería necesario prestar atención a la caracterización y abordaje de proyectos públicos -estratégicos y/o sociales- en diferentes áreas del conocimiento.
Sin embargo, otros Ministros tuvieron posiciones políticas diferentes y, más allá del resultado final, con otra visión llevaron como eje de su accionar la implementación de proyectos estratégicos o de alto contenido social como, por ejemplo, la ex ministra de Salud Graciela Ocaña, quien a través de la Resol. Nº 286/2008 había empezado a ejecutar el programa nacional de “Producción Pública de Medicamentos, Vacunas y Productos Médicos”, un área definida como estratégica por el mismo Gobierno, luego desactivada por el ministro de Salud, Dr Juan Manzur, quien priorizó la compra por sobre la producción.
También es menester recordar una decisión del ex ministro de Relaciones Exteriores Jorge Taiana, quien ante la necesidad de tener satélites para usos múltiples, decidió que la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), organismo bajo jurisdicción de Cancillería, se hiciera cargo de la construcción de los mismos, tarea que se encomendó al Dr Conrado Varotto.
Por otra parte la ministra de Seguridad Nilda Garré, cuando estuvo a cargo del ministerio de Defensa, apoyó claramente la Producción Pública de Medicamentos (PPM) y decidió que los dos laboratorios del Ministerio de Defensa pasaran a formar parte de la Red Nacional de laboratorios de PPM y gestionó la articulación con el ministerio de Salud para la producción coordinada, hecho ratificado a través de un convenio firmado en el despacho y en presencia de la Presidenta CFK, gestión luego abortada por el Dr Juan Manzur.
Además, en el año 2006 y en el marco de un plan nacional de radarización para tráfico aéreo y otros usos, por impulso de la Dra Garré se firmó un decreto en el cual se tomó la decisión de que el INVAP construyera once (11) radares, en donde, además, se asignaban los recursos. En esa circunstancia el gerente general del INVAP, Ing Héctor Otheguy, manifestó: “para nosotros es una gran satisfacción que se vaya ratificando esta política que nos permite ir avanzando en desarrollos tecnológicos que sirven para la economía nacional”.
Hay más ejemplos de la gestión de la Dra Garré como la firma del Acta Acuerdo de Adhesión al “Programa de Certificación de Compromiso Social Compartido” con el INTI en el rubro de la indumentaria, entre otros.
Para ver detalles de estos proyectos, click en: http://grupogestionpoliticas.
Haciendo un breve ejercicio de imaginación pensemos qué hubiera pasado si el Dr Taiana o la Dra Garré hubieran comprado esos satélites o radares, en lugar de decidir la construcción de los mismos por parte de CONAE e INVAP.
Seguramente todos estaríamos igual de conformes. Pero, en ese caso esas instituciones públicas de alto nivel tecnológico no hubieran podido absorber RRHH necesarios que demanda la construcción de radares y satélites, en áreas que ocupan, predominantemente, a físicos, químicos, computadores científicos, tecnólogos e ingenieros. Además, si se hubieran comprado esos radares y satélites se habría debilitado profundamente a esas Instituciones.
Sintetizando, decisiones de este tipo sobre áreas estratégicas generan trabajo, evitan emigraciones de RRHH calificados, dan inclusión social y brindan autonomía tecnológica para resolver problemáticas nacionales, por mencionar algunas consecuencias. Por eso, decisiones como las del Dr Taiana y la Dra Garré construyen soberanía.
Sin embargo, y en claro contraste con la Lic Ocaña, las políticas del Dr Manzur priorizan abastecer de medicamentos para planes sociales a través de la compra, en lugar de producirlos, aumentando el gasto, sin posibilidad de tener precios testigo ni de hacer investigación en el área, sin posibilidad de formar RRHH calificados y sin generar la autonomía tecnológica necesaria que podríamos alcanzar en el área, etc. Por eso, decisiones políticas como las del Dr Manzur, lo único que construyen es dependencia.
Y esas políticas son desarticulantes porque no permiten -entre otras cosas- generar un sistema de CyT sólido y sustentable, sino todo lo contrario, conducen a generar un sector débil, fragmentado y poco útil.
En gacetillas anteriores decíamos que desde el año 2003 en adelante años hubo avances notorios -no vistos anteriormente- en el sector CyT como la creación del MinCyT y una mayor inversión que se tradujo en mejoras salariales, el número de becas ofrecidas, más cantidad de subsidios otorgados así como los montos asignados a proyectos de investigación, entre otras cosas.
Pero, aunque esencial, el presupuesto no es todo y preguntas como, por ejemplo, ¿ ciencia para qué ? o
¿ ciencia para quién ?, son insoslayables en cualquier política CyT. Por eso pensamos que desde el MinCyT también se debería promover o construir una agenda de necesidades -más allá de la vigente en el MinCyT-, que contemple problemáticas sociales y estratégicas, para luego actuar sobre ellas.
En gacetillas anteriores mencionábamos de la importancia que tendría generar polos tecnológicos públicos en donde se pueda producir, por ejemplo, anticuerpos monoclonales, proteínas recombinantes, productos químicos de síntesis, las diversas propuestas del INTI en diferentes rubros, etc. Todos ellos, desarrollos de aplicaciones múltiples que permitirían utilizar racionalmente el conocimiento existente y activar la capacidad potencial que subyace en los organismos de CyT y en las universidades nacionales.
Además eso generaría patentes públicas para uso de cualquier argentino y no tener que pagar “royalties”.
Porque la apropiación del conocimiento por parte del sector público es crucial, y ha sido el denominador común en diferentes artículos escritos por investigadores de distintas áreas del conocimiento, y que difundiéramos oportunamente. Entre ellos:
Dra Valeria Arza: “Preservar el dominio público” -http://www.pagina12.com.ar/
Dra Judith Naidorf: “La comercialización de la academia” -http://www.pagina12.com.ar/
Ing Enrique Martínez: “El conocimiento: cuarto factor de la producción” -http://tiempo.elargentino.
Dr Andrés Carrasco: “La ciencia y el modelo de apropiación” - http://www.pagina12.com.ar/
Curiosamente, en un reciente reportaje al Dr Jorge Katz, un destacado economista argentino, éste expresaba algunos conceptos similares, aunque refiriéndose a lo que pasa en otras latitudes. Veamos un fragmento de la entrevista:
¿Cómo se inserta la Argentina en ese mundo?
–Considero que en este momento hay que reinventar la estructura productiva, y hacerlo en el marco del mundo hacia donde estamos yendo. Esta discusión no se ha dado todavía en el país. Desde el Gobierno no ha habido una estrategia y tampoco una comprensión del mundo al que vamos.
Parte de esa falta de estrategia puede tener que ver con el punto desde el cual se partió, porque la prioridad en varios sentidos es todavía la reconstrucción después de 2001.
–Es cierto, 2001 dejó el infierno, un país destrozado. Pero de todas formas cabe resaltar que hay mundos, sobre todo en el Sudeste asiático, donde el Estado construye capacidades, como Corea, China, Singapur o Malasia. Ahí el Estado no va al Consenso de Washington, sino que se hace cargo de construir la estructura para insertarse en el mundo. Nosotros supimos hacer al revés. Se pretendió interpretar la economía argentina desde un esquema excesivamente rígido, que fue abrir, privatizar y desregular, poner en equilibrio los fundamentos y que eso le permita al país crecer.
¿Cómo se modificó la estructura productiva luego de años de neoliberalismo salvaje?
–Quedó destruido el valor de muchos años de aprendizaje doméstico, como la acumulación de capacidades que supuso la construcción de YPF y el laboratorio de investigación de Florencio Varela, que Repsol lo compró regalado. Lo mismo pasó con Aerolíneas Argentinas. Tristemente, la desregulación en la cual Argentina se metió destruyó todo eso. Esto no es lo que se hizo en el Sudeste asiático. Pero, curiosamente, tampoco lo hizo Chile, que construyó el salmón sin esperar que el sistema de precios lo generara. Puso un núcleo público-privado a diseñar la genética del salmón, el Estado construyó la primera planta salmonera, y luego le vendió el negocio al sector privado. Tampoco hicimos como en Brasil, que dijo: “Voy a hacer soja transgénica, pero voy a tener un equipo público de investigación y desarrollo para transferir conocimiento al aparato social, que Monsanto no lo va a hacer vía patentes”.
Entrevista completa en: http://www.pagina12.com.ar/
Reflexiones
Pensamos que esa revalorización del sector CyT que se produjo a partir del año 2003, no ha sido entendida en toda su magnitud, aún en el seno del mismo gobierno.
Así, la Presidenta de la Nación ha manifestado en reiteradas oportunidades que uno de los mayores logros -sino el mayor- de su gestión y de la de Néstor Kirchner, ha sido la revalorización de la política y la participación ciudadana, que en otros tiempos habían sido tergiversadas, ocultadas, o degradadas. Esta percepción también ha sido compartida por espacios intelectuales, políticos, económicos y sociales.
Nosotros también compartimos el hecho que se instale a la política en el centro de la escena y que, además, tenga un vigoroso protagonismo.
Por eso sugeríamos en gacetillas anteriores que sería interesante que en el marco del MinCyT se generara un Foro Permanente de discusión pública y democrática de las políticas en ciencia y tecnología, y no limitar o restringir esa posibilidad sólo a algunos destacados referentes en distintas áreas. No para marcar ninguna agenda ni para hacer “oposición”, sino como una manera de poder interactuar, poder construir, y no excluir a nadie- http://grupogestionpoliticas.
Porque para ser consecuentes con lo mencionado acertadamente por la Dra Cristina Fernández de Kirchner, hay que abrir u ofrecer canales orgánicos a la participación pública en la discusión de las políticas en CyT, y otros rubros, obviamente.
Porque cerrarse, o creer, que esto se resuelve sólo en cenáculos de expertos, o de notables, creemos que es un error conceptual de cómo se debe instrumentar, o jerarquizar, la política.
Porque desde la política se define qué hacer, y eso nos involucra a todos. Entonces, como decía la Presidenta de la Nación, pongamos la política y la participación en el centro de la escena.