Introducción
Difundimos un documento escrito por el Arq Horacio Berretta en el que, según su autor, se expresan algunas reflexiones en relación a la conveniencia de una acción más comprometida de CyT con necesidades prioritarias de la nación, dentro del marco aún inexistente de planificación integral del desarrollo económico, social y ambiental. Inicialmente el texto fue enviado por el Arq. Berretta al Ministro de CyT Lino Barañao, a la Presidenta del CONICET Marta Rovira y al investigador y ex Presidente del CONICET Andrés Carrasco, pero fue elaborado para difusión general.
Horacio Berretta es Investigador Superior del CONICET, Doctor Honoris Causa de la UCC, Fundador del Centro Experimental de la Vivienda Económica (CEVE-CONICET), Presidente Honorario de AVE (Asociación de Vivienda Económica) y un referente en nuestro país y Latinoamérica en investigación, desarrollo y aplicación de tecnologías y materiales en el campo de la vivienda social.
A continuación, el documento del Arq. Berretta:
Ciencia y Técnica como servicio en un marco de Planificación Integral
(Negritas del autor)
Introducción:
A propósito de los trascendidos de la investigación del Dr Carrasco (UBA-CONICET) sobre el uso del glifosato y su acción nociva para la vida, surgen dudas acerca de su utilización para contribuir al bienestar general de la población y el medio ambiente, dado que se comprometen fuertes intereses económicos y del poder político.
No obstante y debido a la creciente primacía, manifiesta o solapada, del negocio sobre lo humano y el medio ambiente, es imperioso con visión racional y abarcativa, emprender un comprometido camino de utopía posible, dejando de ser funcionales al capitalismo destructor vigente.
En esta óptica, sería relevante incluir el sistema de CyT en un necesario marco de planificación generalizada del desarrollo, acompañando un itinerario de liberación y cambios que se esbozan hoy en toda América Latina.
A partir del desorden
No hay dudas que resulta cada día más incomprensible, en países como Argentina, colmada de grandes extensiones de tierras fértiles, e ilimitadas riquezas naturales, que tengamos un tercio de su mayor riqueza (su pueblo, bien dispuesto a la creatividad y el trabajo), relegado por la dirigencia de turno bajo la línea de pobreza y miseria .
Después del genocidio militar, la venta y devastación de las grandes empresas nacionales, y el abandono creciente de nuestra infraestructura realizada por Menem, completamos la destrucción talando bosques, realizando monocultivo de soja con el uso de sustancias perjudiciales, y destrozamos los glaciares que bajan de los Andes, y envenenamos para siempre los ríos y aguas subterráneas a causa de la explotación minera a cielo abierto, para beneficio de grandes empresas extranjeras. Poco más puede hacerse ya, para destruir nuestra heredad desde las bases.
Comprobamos así la continuada y no siempre visible funcionalidad con el capitalismo mundial vigente, sumergido hoy en una enorme crisis, a fuer de poner la carreta (oro y poder), por delante del motor (dirigencia comprometida y pueblo).
¿No habrá llegado el momento de pasar por encima de pequeños intereses de grupo y sector, para discutir, negociar y aunar, sin chantaje y ofensas, encarando, abierta y solidariamente el futuro?. ¿No habrá también llegado el momento de afrontar orgánica y democráticamente una acción más racional y mancomunada del Estado y el sector privado, respondiendo a necesidades esenciales de toda la población, y al respeto de la naturaleza de la que somos parte?
Desde una planificación democrática indicativa
De acuerdo a lo antedicho, me estoy refiriendo a plantear un creativo proceso de planificación nacional y local, para asentar progresivamente el camino del desarrollo integral: económico, social y ambiental, como un todo armónico y medio eficaz para salir de la improvisación y el desorden, que tanto daño nos causan.
Parecería necesario, pues como decía Louis Lebret : "planificar es orientar en libertad responsable, el paso compartido de una situación menos humana a una generalizada y más humana, con el menor tiempo y costo posibles".
La presión cada vez más organizada del pueblo y un lento aunque creciente cambio de mentalidad en amplios sectores políticos y técnicos, hacen presuponer que cada intervención y programa sectorial de gobierno, para ser respuesta eficaz a necesidades fundamentales masivas, debe enmarcarse en una acción coherente, generalizada y flexiblemente delineada en sus pasos fundamentales para un desarrollo justo de la totalidad . Digo planificación integral y no sumatoria de propuestas y planes inconexos.
Esto es encarar sesudamente un proceso de planificación democrática e indicativa, acordada con los distintos actores sociales, distante de la planificación imperativa de los regímenes totalitarios y también de la planificación solapada de fuertes sectores minoritarios en pugna que, para su exclusivo beneficio interactúan marginando las necesidades mayoritarias.
La concreción pues, de la planificación integral: económica, social y ambiental en democracia resulta una tarea que debe resumir las aspiraciones y necesidades del país y el hombre concreto, y no imposición despótica u oportunista de la dirigencia de turno de mira cortoplacista, proclive a encolumnar su "clientela cautiva", insistiendo en la improvisación, encubierta con palabras rimbombantes que esconden desorden e intereses ocultos.
El plan acordado es el fundamento del cambio, y la planificación integral es la herramienta del desarrollo de un pueblo informado, motivado y entusiasta por aprovechar los diversos canales de participación y de apropiación del quehacer común.
Como vemos es enorme la distancia que media entre la formulación generalizada de operatorias, planes y decretos aislados y aún contradictorios, a la idea innovadora que engloba y armoniza coherentemente cada parte con el todo.
Ciencia y Técnica para el desarrollo integral
Por otro lado tenemos la tentación del desarrollo científico-tecnológico como fuerza autónoma y prestigiosa disociada de ser un recurso al servicio de la nación y las necesidades fundamentales del pueblo.
Por esto, parece necesario reubicar el sistema de C y T en un enmarque totalizador y orgánico de servicio, para colaborar efectivamente "en el desarrollo de todo el hombre y todos los hombres" como lo afirma Francois Perroux.
Para ello se deberá relacionar la libertad del investigador con la búsqueda de soluciones adecuadas a los grandes problemas existentes, definiendo prioridades esenciales, hoy insoslayables…
Con la intención de visualizar hechos concretos, me permito ejemplificar entre otros posibles, algunos temas de investigación y desarrollo a encarar o profundizar en esta óptica:
- Desarrollar tecnologías apropiadas, en el campo de la explotación minera, y el cultivo racional de productos del agro, carentes de efectos tóxicos y destrucción del eco-sistema;
- Desarrollar estudios y metodologías regionales para regulación de la tala y reforestación, en relación con el cambio climático y de vida de los pueblos y comunidades rurales;
- Ampliar estudios y propuestas para defensa y regulación de las cuencas hídricas;
- Desarrollar diversos tipos de agro-industria, aumentando el valor agregado a la vasta producción rural;
- Ampliar el desarrollo de medicamentos y vacunas para enfrentar diferentes epidemias, y terminar con el "mal de Chagas";
- Ampliar el desarrollo de nuevas formas de energía renovable dentro de la protección del medio ambiente;
- Retomar el desarrollo industrial del transporte aéreo y marítimo;
- Ampliar el desarrollo de infraestructura y tecnologías y metodologías aptas para procesos socio-habitacionales; etc., etc.
CONCLUSIÓN
El panorama futuro de nuestro sistema de CyT de reconocida excelencia en la generación de conocimiento, nos presenta también serias vacancias, lejanía de contenido social, y escasa aplicación de su potencial según impostergables prioridades de la nación y el pueblo.
Por tanto va llegando el momento de encarar de una vez por todas como país, en un proceso de planificación integral, el desenvolvimiento del sistema de CyT estrechamente unido a una faltante política de Estado, de desarrollo realista y participativo, en lo económico, social y del medio ambiente.
¿Será esto posible ?.
Firma: Arq. Horacio Berretta, Córdoba, 5 de junio de 2009.
Difundimos un documento escrito por el Arq Horacio Berretta en el que, según su autor, se expresan algunas reflexiones en relación a la conveniencia de una acción más comprometida de CyT con necesidades prioritarias de la nación, dentro del marco aún inexistente de planificación integral del desarrollo económico, social y ambiental. Inicialmente el texto fue enviado por el Arq. Berretta al Ministro de CyT Lino Barañao, a la Presidenta del CONICET Marta Rovira y al investigador y ex Presidente del CONICET Andrés Carrasco, pero fue elaborado para difusión general.
Horacio Berretta es Investigador Superior del CONICET, Doctor Honoris Causa de la UCC, Fundador del Centro Experimental de la Vivienda Económica (CEVE-CONICET), Presidente Honorario de AVE (Asociación de Vivienda Económica) y un referente en nuestro país y Latinoamérica en investigación, desarrollo y aplicación de tecnologías y materiales en el campo de la vivienda social.
A continuación, el documento del Arq. Berretta:
Ciencia y Técnica como servicio en un marco de Planificación Integral
(Negritas del autor)
Introducción:
A propósito de los trascendidos de la investigación del Dr Carrasco (UBA-CONICET) sobre el uso del glifosato y su acción nociva para la vida, surgen dudas acerca de su utilización para contribuir al bienestar general de la población y el medio ambiente, dado que se comprometen fuertes intereses económicos y del poder político.
No obstante y debido a la creciente primacía, manifiesta o solapada, del negocio sobre lo humano y el medio ambiente, es imperioso con visión racional y abarcativa, emprender un comprometido camino de utopía posible, dejando de ser funcionales al capitalismo destructor vigente.
En esta óptica, sería relevante incluir el sistema de CyT en un necesario marco de planificación generalizada del desarrollo, acompañando un itinerario de liberación y cambios que se esbozan hoy en toda América Latina.
A partir del desorden
No hay dudas que resulta cada día más incomprensible, en países como Argentina, colmada de grandes extensiones de tierras fértiles, e ilimitadas riquezas naturales, que tengamos un tercio de su mayor riqueza (su pueblo, bien dispuesto a la creatividad y el trabajo), relegado por la dirigencia de turno bajo la línea de pobreza y miseria .
Después del genocidio militar, la venta y devastación de las grandes empresas nacionales, y el abandono creciente de nuestra infraestructura realizada por Menem, completamos la destrucción talando bosques, realizando monocultivo de soja con el uso de sustancias perjudiciales, y destrozamos los glaciares que bajan de los Andes, y envenenamos para siempre los ríos y aguas subterráneas a causa de la explotación minera a cielo abierto, para beneficio de grandes empresas extranjeras. Poco más puede hacerse ya, para destruir nuestra heredad desde las bases.
Comprobamos así la continuada y no siempre visible funcionalidad con el capitalismo mundial vigente, sumergido hoy en una enorme crisis, a fuer de poner la carreta (oro y poder), por delante del motor (dirigencia comprometida y pueblo).
¿No habrá llegado el momento de pasar por encima de pequeños intereses de grupo y sector, para discutir, negociar y aunar, sin chantaje y ofensas, encarando, abierta y solidariamente el futuro?. ¿No habrá también llegado el momento de afrontar orgánica y democráticamente una acción más racional y mancomunada del Estado y el sector privado, respondiendo a necesidades esenciales de toda la población, y al respeto de la naturaleza de la que somos parte?
Desde una planificación democrática indicativa
De acuerdo a lo antedicho, me estoy refiriendo a plantear un creativo proceso de planificación nacional y local, para asentar progresivamente el camino del desarrollo integral: económico, social y ambiental, como un todo armónico y medio eficaz para salir de la improvisación y el desorden, que tanto daño nos causan.
Parecería necesario, pues como decía Louis Lebret : "planificar es orientar en libertad responsable, el paso compartido de una situación menos humana a una generalizada y más humana, con el menor tiempo y costo posibles".
La presión cada vez más organizada del pueblo y un lento aunque creciente cambio de mentalidad en amplios sectores políticos y técnicos, hacen presuponer que cada intervención y programa sectorial de gobierno, para ser respuesta eficaz a necesidades fundamentales masivas, debe enmarcarse en una acción coherente, generalizada y flexiblemente delineada en sus pasos fundamentales para un desarrollo justo de la totalidad . Digo planificación integral y no sumatoria de propuestas y planes inconexos.
Esto es encarar sesudamente un proceso de planificación democrática e indicativa, acordada con los distintos actores sociales, distante de la planificación imperativa de los regímenes totalitarios y también de la planificación solapada de fuertes sectores minoritarios en pugna que, para su exclusivo beneficio interactúan marginando las necesidades mayoritarias.
La concreción pues, de la planificación integral: económica, social y ambiental en democracia resulta una tarea que debe resumir las aspiraciones y necesidades del país y el hombre concreto, y no imposición despótica u oportunista de la dirigencia de turno de mira cortoplacista, proclive a encolumnar su "clientela cautiva", insistiendo en la improvisación, encubierta con palabras rimbombantes que esconden desorden e intereses ocultos.
El plan acordado es el fundamento del cambio, y la planificación integral es la herramienta del desarrollo de un pueblo informado, motivado y entusiasta por aprovechar los diversos canales de participación y de apropiación del quehacer común.
Como vemos es enorme la distancia que media entre la formulación generalizada de operatorias, planes y decretos aislados y aún contradictorios, a la idea innovadora que engloba y armoniza coherentemente cada parte con el todo.
Ciencia y Técnica para el desarrollo integral
Por otro lado tenemos la tentación del desarrollo científico-tecnológico como fuerza autónoma y prestigiosa disociada de ser un recurso al servicio de la nación y las necesidades fundamentales del pueblo.
Por esto, parece necesario reubicar el sistema de C y T en un enmarque totalizador y orgánico de servicio, para colaborar efectivamente "en el desarrollo de todo el hombre y todos los hombres" como lo afirma Francois Perroux.
Para ello se deberá relacionar la libertad del investigador con la búsqueda de soluciones adecuadas a los grandes problemas existentes, definiendo prioridades esenciales, hoy insoslayables…
Con la intención de visualizar hechos concretos, me permito ejemplificar entre otros posibles, algunos temas de investigación y desarrollo a encarar o profundizar en esta óptica:
- Desarrollar tecnologías apropiadas, en el campo de la explotación minera, y el cultivo racional de productos del agro, carentes de efectos tóxicos y destrucción del eco-sistema;
- Desarrollar estudios y metodologías regionales para regulación de la tala y reforestación, en relación con el cambio climático y de vida de los pueblos y comunidades rurales;
- Ampliar estudios y propuestas para defensa y regulación de las cuencas hídricas;
- Desarrollar diversos tipos de agro-industria, aumentando el valor agregado a la vasta producción rural;
- Ampliar el desarrollo de medicamentos y vacunas para enfrentar diferentes epidemias, y terminar con el "mal de Chagas";
- Ampliar el desarrollo de nuevas formas de energía renovable dentro de la protección del medio ambiente;
- Retomar el desarrollo industrial del transporte aéreo y marítimo;
- Ampliar el desarrollo de infraestructura y tecnologías y metodologías aptas para procesos socio-habitacionales; etc., etc.
CONCLUSIÓN
El panorama futuro de nuestro sistema de CyT de reconocida excelencia en la generación de conocimiento, nos presenta también serias vacancias, lejanía de contenido social, y escasa aplicación de su potencial según impostergables prioridades de la nación y el pueblo.
Por tanto va llegando el momento de encarar de una vez por todas como país, en un proceso de planificación integral, el desenvolvimiento del sistema de CyT estrechamente unido a una faltante política de Estado, de desarrollo realista y participativo, en lo económico, social y del medio ambiente.
¿Será esto posible ?.
Firma: Arq. Horacio Berretta, Córdoba, 5 de junio de 2009.